Un heredero muy ansiado.
El príncipe Juan era el único hijo varón de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando. Su heredero único, y su esperanza de futuro.
Pero el pobre Juan era frágil, enfermizo….nada que ver con la fortaleza que caracterizaba a su padre, Fernando, o a su madre, Isabel…
De todos modos, a los 18 años Juan se casó con la princesa Margarita de Austria. Y aquí comienza el milagro. Juan y Margarita, a despecho de lo que era normal y esperable para esas épocas y circunstancias, se amaban. Es más, estaban enamoradísimos, y desde el primer momento en que se vieron, uno y otro solo tuvieron ojos para sí mismos. A tal punto que algunos cortesanos se llegaron a preocupar por la salud del frágil Juan. Ella tenía 17 años, él 18, y aprovechaban toda oportunidad que tenían para demostrarse su mutua pasión, del modo más natural y entusiasta posible.
La reina Isabel, su madre, por más católica y conservadora que fuera, se negó de rotundo a limitar la pasión de los jóvenes esposos, a pesar de lo que le recomendaran sus pacatos consejeros. Entre lo que Dios había unido, ella no se interpondría.
El colmo de la felicidad llegó cuando se supo que Margarita estaba encinta.
Juan y su progenie perpetuarían, si tal era la voluntad de Dios, la herencia de los Reyes Católicos, su visión de unificar los reinos hispánicos de Castilla y Aragón, todo su legado en el nuevo mundo que Colón, el genovés, acababa de descubrir para ellos.
Corría el año 1497….
La muerte
Repentinamente, la desgracia se abate sobre el reino. El príncipe Juan enferma.
_¡Exceso de amor!, advierten unos.
_Ha comido una lechuga en mal estado, afirman otros.
_Se agravó su tuberculosis crónica, opinan hoy los médicos…
No sabremos nunca la verdad, pero podemos descartar el exceso de amor, que nunca mató a nadie.
Fuera lo que fuese, la salud del príncipe empeoró a pasos agigantados y en cuestión de días falleció, en el palacio episcopal de la ciudad de Salamanca. Margarita, la viuda desconsolada, dio a luz, meses después, una niña muerta…
Y todas las esperanzas de los Reyes Católicos murieron junto con su único hijo varón. Isabel, que ya no tenía edad para engendrar nuevos herederos, se reunió con Juan nueve años más tarde, en 1504. Casi al mismo tiempo, también moría su querido Almirante de la mar Océana, Cristóbal Colón, el italiano que le había regalado un nuevo mundo.
Todo se complica
Fernando, el rey viudo, les sobreviviría más de diez años. Y durante esa década, entre 1505 y 1516, debería resolver de algún modo el tremendo problema que se le presentaba.
¿Quién heredaría sus reinos?
¿Quién se haría cargo de los extensos territorios de Castilla y Aragón, tanto en la propia península ibérica, como en Baleares, Cerdeña, Sicilia, Nápoles… pero también en América, en el lejano oriente asiático, hacia donde en esos momentos enviaba una audaz expedición, al mando de Magallanes y Elcano, que sería la primera en circunnavegar el Globo y dilatar incluso más los límites de un imperio que se quedaba sin heredero…
Para seguir recorriendo los paisajes de esta historia…
Historia y Paisaje: La Herencia de los Reyes Católicos
Historia y Paisaje: El Real Convento de Santa Clara de Tordesillas
Biografía del Príncipe don Juan. Real Academia de Historia. https://dbe.rah.es/biografias/15388/principe-don-juan
Libro de la Cámara Real del príncipe don Juan, oficios de su casa y servicio ordinario. Gonzalo Fernández de Oviedo. Publicacions de la Universitat de València, 2006.
Créditos
Texto e imágenes: HyP, excepto:
Fotografía de la escultura dedicada en Salamanca al príncipe Juan: Joseolgon, CC BY-SA 3.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0>, via Wikimedia Commons
Retrato de Margarita de Austria: Bernard van Orley, Public domain, via Wikimedia Commons. https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/23/Margaret_of_Austria_attributed_to_Bernard_von_Orley_1600s.jpg