La Ermita de Nuestra Señora de la Oliva

Ermita de la Oliva

Una humilde ermita medieval.

La Ermita de Nuestra Señora de la Oliva se ubica en el municipio de Patones (si bien alejada algunos kilómetros de su casco urbano), en la Sierra Norte de la Comunidad de Madrid, a unos 70 km al noroeste de la Capital.

Su construcción data, probablemente, del Siglo XIII, aunque algunos autores la adelantan al XII, y otros la llevan hasta el XV.

Estuvo adscripta a la Catedral Magistral de Alcalá de Henares, que fue diócesis hasta 1099, cuando Urbano II la anexionó a la archidiócesis de Toledo; y reestablecida recién en 1991, por Juan Pablo II.

En la actualidad, la ermita de la Oliva pertenece (¿nuevamente?) a la diócesis complutense.

Mantuvo culto hasta el Siglo XVIII; a partir de ese entonces, su decadencia y progresivo deterioro se vio agravado, cómo no, con la desamortización de Mendizábal del año 1836.

Vista del ábside de la ermita, desde el SW. La nave original que lo precedía ha desaparecido por completo. A la izquierda, se observa un muro de construcción muy posterior, probables restos de una ampliación del Siglo XIX

Arquitectura románica en la sierra madrileña

La ermita se construyó en estilo románico-mudéjar, a veces llamado mudéjar castellano-leonés, o “románico de ladrillo”, si bien con particularidades locales.

En este sentido, se la puede relacionar estilísticamente con el ábside de la Ermita de Los Milagros, o “Moravito”, en la vecina localidad de Talamanca del Jarama, bastante mejor conservada.

Del edificio original sólo se conserva el ábside y el corto tramo recto presbiterial bajo bóveda de cañón, avanzando hacia la nave, de la que hoy nada queda.

Exterior del ábside, visto desde el camino de acceso por el SE.

El ábside se configura con una bóveda de cuarto de esfera, construida con mampostería de hiladas de ladrillo, de muy buena factura, sobre base y paramento de sillarejo alternado con verdugadas de ladrillo.

Un arco triunfal levemente apuntado, también construido con ladrillo, articulaba la cabecera con el cuerpo principal del edificio, hoy desaparecido.

Por el interior de la cabecera corre una imposta de ladrillo, aún apreciable, elegantemente resuelta en el cascarón absidial.

Originalmente, en la cabecera se ubicaron dos vanos: uno centrado en el ábside y abierto hacia el exterior a modo de pequeña ventana, que todavía se conserva; y otro interior, sobre el arco triunfal, comunicando con la nave.

El primero se enmarca en ladrillo y posee doble derrame interior, favoreciendo el ingreso de luz. A su derecha se observa, tapiada por dentro, una abertura que se practicó torpemente en el Siglo XIX, interrumpiendo incluso una verdugada.

Alguna vez, una espadaña se alzó sobre el conjunto, pero ningún rastro queda de ella …

Al parecer, durante las obras de construcción de la (fallida) presa del Pontón de la Oliva la ermita fue ampliada, reutilizando algunos materiales de sus partes ya por entonces derruidas y agregando otros con pobre ejecución.

Resultado de todo ello fue que sólo llegó al presente un tramo de muro lateral (no original), mientras que la cabecera, de excelente factura y cinco o seis siglos más antigua, se mantiene aún en pie.

Unos restos muy valiosos

A pesar de su estado fragmentario y ruinoso, la Ermita de la Oliva constituye un ejemplo único, el último en pie (apenas) que permite observar la tipología original de las cabeceras características de esta región.

Es decir, estos humildes pero muy valiosos restos, nos permite adivinar cómo serían los símiles ya desaparecidos, o profundamente modificados, en otros pueblos de la Sierra Norte, como San Mamés, El Berrueco, Paredes de Buitrago o Manjirón.

La vergonzosa desidia del Estado

La Ermita de la Oliva sufre un estado lamentable de ruina progresiva, incluso con riesgo de derrumbe; de hecho, has sido incluida desde el año 2008 en la lista roja del patrimonio, elaborada por la Asociación Hispania Nostra.

No sólo se encuentra en ruinas, sino, además, obscenamente vandalizada: grafiteada por dentro y convertida en retrete fétido, deviene ejemplo vergonzoso de la profunda ignorancia o el brutal desprecio que ostentan algunos españoles hacia su propia historia.

Como mínimo, sería deseable que la Autoridades Competentes dispusieran la instalación inmediata de una verja de protección, que en nada obstaculizaría apreciar desde el exterior los restos aún existentes. Más allá de este gesto mínimo, el valor patrimonial e histórico del monumento ameritaría, sin lugar a dudas, acometer las imprescindibles (y, en realidad, modestas) obras necesarias para su limpieza, consolidación y puesta en valor.

Para seguir recorriendo los paisajes de esta historia…

Fundación Santa María La Real del Patrimonio Histórico: Enciclopedia del Románico. Ermita de Nuestra Señora de la Oliva.

Diego Salvador Conejo: Itinerarios arqueológicos madrileños. Ediciones La Librería. Madrid, 2017.

José Manuel Encinas Plaza: Románico y camino en la Sierra Norte de Madrid. SND Editores. Buitrago de Lozoya, 2017.

Créditos

Texto e imágenes: HyP, excepto:

Mapa de la provincia de Madrid en España: Asqueladd, CC BY-SA 3.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0>, via Wikimedia Commons

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/f4/Circunscripci%C3%B3n_electoral_de_Madrid.svg

Mapa de Patones en la provincia de Madrid:

Nueva versión de User:HiTe, Public domain, via Wikimedia Commons

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/9/91/Patones_%28Madrid%29_mapa.svg

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